En el proceso de construcción de las imágenes la fotografía no se concibe ya
como un duplicado psicológico de la realidad, ni como la simple evocación de experiencias
pasadas. Es explicada más bien como la reconstrucción activa de estas experiencias.
Sin embargo, para ser más precisos, más que hablar de la reconstrucción de una
experiencia perceptiva, creemos que es necesario insistir en la idea de la imagen como construcción
de una entidad psicológica nueva, que utiliza lo que el sistema nervioso ha conservado de
actividades anteriores y desemboca en una experiencia actual específica, aunque esta pueda
ser analizada por el individuo en los términos y según las dimensiones que le permiten
también describir la realidad física.
Proponemos en este texto la noción de construcción ligada al carácter constructivo
de la imagen. La actividad oculomotriz asociada a determinados fenómenos de la imagen mental
y los estímulos perceptivos en la percepción cotidiana.
Estas imágenes fotográficas de experiencias perceptivas cotidianas no contienen nunca
tanta información como la estimulación original. Por eso la construcción de
imágenes parece resultar de la abstracción de elementos privilegiados en el seno de
la realidad percibida. Es en el curso mismo de las actividades perceptivas iniciales donde se define
el relativo predominio de los distintos elementos de la estimulación.
Nos detenemos en estas instantáneas irrepetibles, imágenes cotidianas y tan evidentes
de la escena urbana de las obras en construcción, una mirada también a los procesos
de transformación de los espacios en que habitamos. Un trabajo que hace coincidir datos de
composición estética y visual con la ideología e identidad de un entorno cultural
en el que el entorno urbano se nos presenta como un retrato de la sociedad que lo habita.
Espacios estructuralmente complejos, reordenación de territorios, acondicionamientos para
uso peatonal, recuperación de zonas contaminadas. que nos hablan de planes y desarrollos a
escala local, de necesidades o ideologías, de gestiones, reordenaciones y ejecuciones medioambientales.
Pero, por otro lado, también nos interesa como actúan fenoménicamente estos
espacios, ya que a veces se nos muestran de manera violenta, con vocación de atentado visual
o formalmente seductores, con proyección de futuro y de cualquier manera siempre plásticamente
estéticos y nunca indiferentes.
Con ello, la fotografía además de registrar y documentar un tiempo efímero
propone una reflexión sobre las obras en construcción. Nos seduce el encanto de su
anacronismo, la escenificación de incertidumbre en oposición de las evidencias, también
la lectura simultanea de identidades.
Por otra parte, estas imágenes plantean que se las tenga en consideración, también
trazan la posibilidad de un itinerario a visitar espacios en transformación con su convulsa
belleza. Conscientes de estos territorios en equilibrio, propicios para la experimentación,
de tejidos urbanos fluctuantes, de la interacción de lo construido o de lo que está por
construir, asistimos a un proceso imparable de transformación urbana. Un espectáculo
lleno de detalles, de formas anárquicas, de cierto desorden que llama nuestra atención.
Dramáticas escenas en un primer plano atenuadas con fondo de paisaje.
Cautiva en este espectáculo imparable y dinámico la actitud para hacernos percibir
el tiempo en transcurso. Quien pretenda saber lo que nos reserva el porvenir no debería perder
de vista los terrenos por edificar y los terrenos baldíos, los escombros y las obras en construcción.
En estos registros se mide el presente pronto a desaparecer y a fuerza del futuro también
se documenta fotográficamente el tiempo entre dos periodos. Al igual que las ruinas o los
paisajes de escombros tienen múltiples pasados, suscitan un sentimiento de espera.
En palabras de Marc Augé "... en oposición al presente, subrayan a un tiempo
la presencia aún palpable de un pasado perdido y la inminencia incierta de lo que puede
suceder: la posibilidad de un instante poco corriente, frágil, efímero, que escapa
a la arrogancia del presente y a la evidencia de lo que ya está aquí. Las obras de
construcción, en su caso al coste de una ilusión, son espacios poéticos en
el sentido etimológico: es posible hacer algo en ellas; su estado inacabado depende de una
promesa."
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